Se ha hecho recurrente ya en las instituciones educativas la necesidad de hacer uso de las TIC para establecer nuevas dinámicas de enseñanza que faciliten los aprendizajes de los estudiantes en un entorno que los saque de los muros invisibles del aula. Sin embargo, las TIC también se convierten en el canal preferido para personas que deseen aprender de una manera no presencial, lo que invita a que las instituciones y profesores se esfuercen por crear recursos que faciliten el aprendizaje. Estos recursos educativos digitales abiertos, en adelante llamados REDA, son motivo de este escrito en el que se pretende responder ¿Qué es un REDA y qué características tiene?, ¿Qué implicaciones para la educación tiene el hecho que se denominen que son abiertos? Para dar respuesta a estas interrogantes primero se establecerá el concepto de TIC y su incidencia en la educación; en segundo lugar se definirá que es un REDA, discriminando sus características, su tipo de licenciamiento y la convergencia existente con los OVA; finalmente se abordara el uso de los REDA en la educación desde las perspectivas de quien enseña y de quien aprende.

El acrónimo TIC es designado para recoger lo referente a las tecnologías de información y comunicaciones y puede definirse como se explicita en (Riveros & Mendoza, 2005) “ como el conjunto de sistemas y recursos para la elaboración, almacenamiento y difusión digitalizada de información” (p. 316) y su importancia radica en que su difusión y uso han permitido que la humanidad cambie formas de relacionarse en lo referente a la cultura, economía, modos de comunicación, de trabajo y de gobierno (Carneiro, s.f.), queda de manifiesto, entonces, que la información es el eje central del termino de lo que (Folegotto & Tambornino, 2004) exponen “la información tiene un rol cada vez más protagónico, observamos que existe un proceso de desmaterialización que está cada vez más cerca de nuestra vida cotidiana.” (p. 50). Lo anterior refuerza la concepción de la llamada sociedad de la información que en términos de (Martin, 2005) “se caracteriza por la posibilidad de acceder a volúmenes ingentes de información y de conectarse con otros colectivos o ciudadanos fuera de los límites del espacio y del tiempo.” (p. 4). Se resume que las TIC son un sistema de recursos que permiten gestionar y acceder a la información que es el insumo primordial de la sociedad actual. En este estado de cosas, se pueden establecer puentes de conexión entre las TIC y su aplicación en el contexto de la educación, en donde se han convertido en una herramienta indispensable en la formación de los estudiantes debido a su potencial de acercar la cotidianidad a la escuela, a este respecto (Martin, 2005) describe.

Cada vez es más necesaria una nueva forma de entender la educación que mejore los resultados escolares y se adapte a las nuevas exigencias de la SI. En esta transformación, las TIC juegan un papel indispensable, ya que se convierten en el instrumento de los cambios que la SI ha causado en el ámbito de la formación. (p. 5)

El uso de las TIC ha permeado tanto la educación presencial como la no presencial: en la primera el libro de texto, las exposiciones con carteleras y hasta el tradicional uso del tablero han venido alternando su participación en las aulas escolares con recursos como el internet como primera fuente de información, el uso del proyector para las presentaciones en diapositivas que ofrecen la posibilidad de incorporar recursos multimediales que apoyen el trabajo del expositor, la aparición de los blogs, foros y otras herramientas WEB 2.0 que permiten al docente exponer temáticas, brindar lecturas complementarias a su clase y mantener contacto con los estudiantes fuera de los muros de la escuela “Las TIC hicieron que el aprendizaje se volviera ubicuo, ya lo comentamos. Este aprendizaje puede ocurrir en la escuela, en el trabajo, en casa, por movilidad… El nuevo aprendizaje ocurre en cualquier sitio y en cualquier momento..”(Carneiro, s.f., p. 26) ; en la segunda la teleeducación, el aprendizaje en red y e-learning son términos que refieren a tipos de formación que utilizan las TIC como medio de información (cabero, 2006) (citado por Ortiz, 2007) en donde se establece una comunicación que puede ser síncrona o asíncrona, dado que el docente por medio de una plataforma de aprendizaje puede entablar contactos con los estudiantes en tiempo real, o simplemente abrir un espacio de discusión que pueda ser revisado y realimentado en cualquier momento.

En los dos tipos de educación mencionados, las TIC son una herramienta que propicia el aprendizaje colaborativo, por ejemplo con una wiki se puede tener varios autores que conjuntamente editen un documento, y por medio de un blog se establecen espacios de discusión en donde leyendo al compañero se ponen de manifiestos posiciones símiles o divergentes que fomentan la argumentación. De lo anterior expone (Ortiz, 2007) “Los wikis y weblogs están siendo usados en la academia como herramienta de comunicación y construcción colaborativa de conocimiento.” (p. 3).

Diversas definiciones de recursos educativos abiertos han sido recopiladas por (Burgos, 2010) entre las que se destaca la hecha por “William and flora hewlett fundation” en donde se rescata que son recursos destinados para la enseñanza y el aprendizaje y que tienen un tipo de licenciamiento que protegen la propiedad intelectual pero que a su vez permite que sea de dominio público y que se puedan derivar trabajos de los mismos. Por otra parte de la definición de la (Unesco, 2002) se rescata que son recursos educativos mediados por el uso de las TIC para su consulta, uso y adaptación con fines no comerciales. La palabra digital se adiciona al concepto según el (MEN, 2012) cuando los recursos son codificados en lenguaje binario y es los que potencia aspectos como la producción, distribución y almacenamiento de los mismos.

CARACTERISTICAS DE LOS REDA

En cuanto a las características de los REDA el (MEN, 2012) recopila las siguientes: accesible que refiere a que el mayor número de personas pueda acceder al recurso teniendo en cuenta discapacidades físicas y la falta de condiciones tecnológicas; adaptable en el sentido de ser susceptibles de ser modificados; durable en lo que tiene que ver con la vigencia que tenga el REDA en el tiempo; flexible en lo que respecta a la facilidad que los recursos deben tener para integrarse a diversos escenarios digitales; granular que habla de la jerarquía de un recurso para poder integrarse a otro más complejo; interoperable es la facilidad del recurso de ser operado en diversos entornos digitales; portable que se refiere a la posibilidad de los recursos de ser observados y almacenados en diversas plataformas o dispositivos tecnológicos; reusable en lo que tiene que ver con el uso del recurso en diferentes contextos educativos.

LICENCIAMIENTO EN LOS REDA

El licenciamiento de los REDA es importante para hacer explícito lo que puede o no puede hacer el usuario de un recurso que no sea de su autoría, si bien el carácter abierto de los recursos brinda posibilidades como las mencionadas en las características, lo más común es generar en cada REDA un licenciamiento tipo creative commons donde se especifica los alcances del mismo. Así por ejemplo, para que un recurso educativo digital sea abierto, el autor debe permitir que a su obra se le realicen modificaciones, pero además de esto puede condicionar estas modificaciones a que el nuevo autor también permita que se realicen modificaciones a la nueva obra, así se garantizara que la información contenida en el recurso sea fácilmente adaptable, reutilizable, granulable y flexible. Hay que añadir que también se puede decidir si se permite que se use la obra con fines comerciales o no.

OVA COMO REDA

Uno de los REDA más comúnmente utilizados son los denominados objetos virtuales de aprendizaje OVA los cuales son definidos como un mediador pedagógico diseñado para un propósito de aprendizaje y que sirve para todas las modalidades educativas (Callejas, Hernández & Pinzón, 2011). Existen ciertas características con las que debe cumplir todo OVA (Longmire, 2000; Latorre, 2008; citados por Callejas, Hernández & Pinzón, 2011) y son las siguientes:

• Flexibilidad: refiere a que el material educativo pueda ser utilizado en diversos contextos, incluyendo la facilidad para ser encontrado en la red. • Personalización: posibilidad de que el OVA sea modificado respondiendo a necesidades educativas de los usuarios. • Modularidad: refiere a la posibilidad de ser entregado en módulos facilitando su distribución. • Adaptabilidad: el material debe poder ser adaptado a los diversos estilos de aprendizaje de los estudiantes. • Reutilización: el material debe poder ser usado para propósitos educativos diferentes, permitiendo su adaptación y combinación con otros. • Durabilidad: la información contenida en los objetos virtuales de aprendizaje deben contar con una alta vigencia.

Sin embargo se debe tener en cuenta que los objetos virtuales de aprendizaje no son elementos neutros en dos sentidos: desde el tecnológico y desde el instruccional (Onrubia, s.f.); el primero porque se requiere una organización de tipo logístico que puede potenciar o impedir que los usuarios accedan al contenido del OVA, por ejemplo, el ubicar un objeto virtual de aprendizaje en una plataforma en la web puede requerir ciertas especificaciones técnicas para su visualización; desde lo instruccional porque los estilos de aprendizaje de los usuarios difieren de unos a otros, por lo que el diseño del OVA puede potenciar o impedir que se cumpla con la intencionalidad pedagógica para cada uno de ellos.

Líneas atrás se abordó él porque del termino digital dentro de los recursos educativos abiertos, también se exploró las características y las formas de licenciamiento para que los recursos sean efectivamente abiertos, pero el tema educativo no ha sido abordado por lo que se establecerá desde dos perspectivas: desde la perspectiva de quien enseña y desde la perspectiva de quien aprende.

PERSPECTIVA DE QUIEN ENSEÑA

Quien pretende enseñar por medio de un REDA debe diseñar, crear, usar, adaptar y modificar recursos educativos, lo cual concuerda con muchas de las características de los REDA en el que el carácter abierto de los mismos ofrece la posibilidad de, en términos de (illich, 1973), buscar un compañero que comparta sus mismos intereses, en este caso intereses de enseñanza y de esta manera generar comunidades de instructores que puedan adaptar un REDA creado por otro para aplicarlo en su contexto educativo especifico, permitiendo así un flujo importante de información y cultura que repercutirá en la construcción de conocimiento, no solo de quien aprende, sino también de quien enseña, a quien se le abren perspectivas de enseñanza que otros pares suyos han desarrollado en otros lugares del mundo.

PERSPECTIVA DE QUIEN APRENDE

En quien pretende aprender se potencian habilidades de selección de la información, dado que pueden circular por la red varios REDA acerca de la misma temática y está bajo su consideración escoger el o los que le parezcan más pertinentes, sin embargo, el aprendizaje depende en gran medida de la autorregulación y autonomía de quien aprende para que estos recursos le permitan una asertiva construcción del conocimiento que sea realmente significativo, es decir que pueda incorporarlo en su estructura cognitiva y relacionarlos con otros conceptos previamente adquiridos.

Los REDA constituyen una importante herramienta en lo que concierne a la circulación de la información, al ser abiertos proporcionan gran facilidad para que mediante su adaptación y reusabilidad puedan ser utilizados y mejorados por personas de diversos contextos.

Los objetos virtuales de aprendizaje se constituyen en un ejemplo importante de REDA ya que comparten casi las mismas características y pueden incluir recursos multimediales que otros REDA, como una sencilla guía de trabajo, no puede incorporar.

La característica de ser recursos de tipo abierto puede redundar en que personas dedicadas a crear REDA se agrupen en comunidades de personas que se dediquen a crear y modificar estos recursos con el fin de adaptarlos para aplicarlos en diversos contextos.

Los REDA se pueden constituir en un excelente insumo en el ámbito educativo, especialmente en educación a distancia, dada la facilidad de su difusión, sin embargo la habilidad de selección de contenidos, la autorregulación y la autonomía que se requieren para aprender por medio de estos recursos hacen presumible que en educación para adultos funcione mejor.

(1) Burgos, V. (2010) Distribucion de conocimiento y acceso libre a la información con recursos educativos abiertos (REA). La educ@cion revista digital, 143, 1-14 (2) Callejas, M., Hernandez, E. & Pinzon, J. (2011) Objetos de aprendizaje, un estado del arte. Revista Entramado, 13, 176-189 (3) Carneiro, R. (s.f.) Las TIC y los nuevos paradigmas educativos: la transformación de la escuela en una sociedad de que se transforma en Carneiro, R., Toscano, J y Diaz, T (coords), Los desafíos de las TIC para el cambio educativo (pp. 15-28). Madrid: fundación Santillana. (4) Folegotto, I y Tambornino, R. (2004) los nuevos lenguajes de la comunicación en educación. Revista científica de comunicación y educación, Volumen 22, pp. 47-53. (5) Illich, I. (1973). La sociedad desescolarizada. Recuperado de http://www.mundolibertario.org/archivos/documentos/IvnIllich_lasociedaddesescolarizada.pdf el 27-05-2014 (6) Martin, R. (2005) Las nuevas tecnologías en la educación. Cuadernos/sociedad de la información 5. Madrid: fundación Auna. (7) MEN (2012). Recursos Educativos Digitales abiertos. Bogota D.C., Colombia: graficando servicios integrados. Disponible en: www.colombiaaprende.edu.co/reda/REDA2012.pdf (8) Onrubia, J. (s,f.) Aprender y enseñar en entornos virtuales: actividad conjunta, ayuda pedagógica y construcción del conocimiento. RED. Revista de educación a distancia recuperado de http://www.um.es/ead/red/M2/ el 14/04/2014. (9) Ortiz, L (2007) Campus virtual: la educación más allá del LMS. Revista de universidad y sociedad del conocimiento, Volumen 4 (1), pp. 1-7. (10) Riveros, V y Mendoza, M (2005) Bases teóricas para el uso de las TIC en educación. Encuentro educacional, Volumen 12 (3), pp. 316-336.