TECNOLOGÍA EN EL AULA UNA OPORTUNIDAD PARA MODIFICAR LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE
Sandra Jeaneth Cepeda Martínez
En la actualidad la tecnología afecta gran parte de los aspectos de la vida cotidiana y la educación debe utilizar estas nuevas herramientas para fortalecer los procesos de enseñanza aprendizaje ya que permite desarrollar actividades más llamativas generando espacios de trabajo colaborativo, además es innegable que esta expansión de la tecnología se continuara dando, ya que el gran impulsor de esta expansión es el comercio, como vía de acceso al consumo, y las brechas que se den a causa de esta expansión no estarán tan relacionadas con la capacidad de acceso que se tenga a la conectividad, si no con el uso que se haga de las diferentes herramientas brindadas por estas tecnologías, La diferencia estará en la capacidad que se tiene de utilizar las tecnologías como instrumentos de creación, construcción y adquisición de conocimiento, de un lado estarán los que solo se conectan con capacidad para utilizar la tecnología como instrumento de consulta y de otro los que estén en la capacidad de utilizarlas como elemento transformador. Diferentes estudios muestran que el uso que se da a las tics en el ámbito educativo está relacionado con la búsqueda y procesamiento de la información, de igual manera que se hacía hace algunos años con una biblioteca, las TIC pueden ser utilizadas simplemente como un espacio de almacenamiento y difusión de los documentos, apuntes y materiales del profesorado; lo cual evidencia la aplicación de un modelo pedagógico que no añade nada significativo a los sistemas tecnológicos, ya que se siguen pensando los usos educativos virtuales con parámetros tradicionales (Sánchez, 2005) se requiere la transformación que se las prácticas en el aula, ya que las tecnologías por si solas no transformaran la educación, el éxito de la implementación de las tecnologías depende del uso que se les dé a estas en el aula de clase, el docente no debe limitarse a ser un transmisor del conocimiento, como indico Jean Piaget “El objetivo principal de la educación es crear personas capaces de hacer cosas nuevas, y no simplemente repetir lo que otras generaciones hicieron”, se debe asumir un cambio de rol del profesor y del estudiante en el aula. Dentro de las prácticas en el aula predomina el conductismo, viendo la educación como la transmisión del conocimiento, se propone implementar en el aula un modelo socio constructivista, donde según las características de un entorno virtual constructivistas están dados por: • Los alumnos “construyen” sus aprendizajes utilizando muchos recursos. • La participación de los alumnos es muy activa, poniendo el énfasis en proyectos que tratan de imitar la vida real. • Los alumnos trabajan en grupo, destacando la discusión, la colaboración y la negociación. • El conocimiento se une íntimamente con la experiencia. • El profesor es un guía y un mentor, un recurso más de los muchos disponibles para los estudiantes. • Las respuestas de los alumnos guían el desarrollo de la clase. • La evaluación se basa en el desarrollo de la tarea. Dentro de este entorno se pude dar el trabajo colaborativo y cooperativo, utilizando las diferentes herramientas con las que cuenta ya sea a través de internet o intranet , en donde se abre la posibilidad de la ubicuidad(virtual) permitiendo realizar trabajos de manera sincrónica o asincrónica, eludiendo diferentes barreras como la distancia contando con una gran cantidad de herramientas como Blogs, wikis, aulas virtuales, en donde se cuenta con una gran cantidad de información, para realizar la apropiación del conocimiento. La tecnología debe ser un medio para fortalecer el pensamiento, establecer objetivos de conocimiento de acuerdo a la pertinencia de su entorno, permitiéndoles reflexionar sobre sus avances Para realizar esta transformación se requiere utilizar las tecnologías de la información como herramienta de comunicación y la colaboración, se destacan los siguientes aspectos: personalización, ampliación de los tiempos y espacios para el aprendizaje nuevas experiencias de aprendizaje, construcción colaborativa de conocimientos, gestión del conocimiento basada en evidencia. La personalización permite privilegiar en los estudiantes el reconocimiento de sus contextos, intereses, características y gustos, de manera de desarrollar en cada uno de ellas y ellos, su máximo potencial, de tal forma que aprender no se vea como la acción de memorizar unos conceptos, si no que se vea en saber crear, gestionar y comunicar el conocimiento en colaboración con otros. La ampliación de los tiempos consisten en que los estudiantes pueden acceder al conocimiento formal no solo en el aula de clase, este conocimiento disponibles en cualquier momento y lugar, para cada estudiante, para lo cual es posible construir redes sociales de conocimiento, fortaleciendo procesos de auto-aprendizaje. La utilización de las redes sociales, blogs, wikis, gestores de información entre muchos otros permiten a los estudiantes fortalecer su capacidad de clasificar, analizar y jerarquizar la información, en marcado en procesos de aprendizaje colaborativo. El trabajo en aula debe ser registrado analizado y evaluado constantemente, de tal manera que permita a los docentes una socialización de los procesos para construir cada día estrategias más pertinentes a las necesidades de los estudiantes y la comunidad educativa. Algunas características para lograr un aprendizaje efectivo son: El compromiso activo: el compartir experiencias, un intercambio estructurado con sus pares y el docente, permitiendo a cada estudiante acercarse al conocimiento de acuerdo con su estilo de aprendizaje (auditivo, visual, quinestesico,…), esto fomenta en los estudiantes autonomía, tomando un papel activo al seleccionar la información que considere pertinente en la selección de los métodos para solucionar problemas, permitiéndole una comunicación efectiva, esto permite que el estudiante vea el conocimiento como algo cercano a el viendo la utilidad que este tiene en entornos diferentes al aula de clase, dando mayor significado en su vida cotidiana. Participación en grupos: teniendo en cuenta las teorías de Vygotsky en relación a la zona del desarrollo el contacto social da a los estudiantes la oportunidad de llevar a cabo de manera exitosa actividades más complejas que las que pueden realizar por si solos, el desarrollar estas actividades en forma grupal permite a los estudiantes comprender las ideas de sus compañeros además de compartir y justificar las ideas propias, utilizando un lenguaje y simbología adecuada al conocimiento que se está adquiriendo. Interacción frecuente y retroalimentación: el uso de herramientas virtuales en el desarrollo de las actividades de clase permite que la comunicación no se limite al aula de clase, las diferentes herramientas permiten una interacción constante, sin importar aspectos como la distancia o la sincronía, ya que se pueden realizar aportes a los espacios virtuales en cualquier momento y lugar si se cuenta con la conectividad requerida. También permite al profesor hacer una retroalimentación más cercana del trabajo a cada uno de sus estudiantes de manera directa. Acceso a información de manera más sencilla: en la actualidad se cuenta con una gran cantidad de apoyos educativos como laboratorios virtuales, blogs, wikis, webquest, correo electrónico, videoconferencias, aulas virtuales, bibliotecas en línea como Wikipedia, museos virtuales, colecciones científicas, páginas web entre muchas otras herramientas, que permiten a los estudiantes acceder a la información de manera ágil y económica. Incrementa el interés de los estudiantes: el uso de objetos virtuales como herramienta en el aula incrementa la motivación de los estudiantes en las temáticas desarrollados en clase, repercutiendo en que ellos dediquen más tiempo a trabajar tanto en el computador como interactuando con sus compañeros ya sea de manera física o virtual (Fernández et al., 2006). Actividades complementarias de apoyo: el uso de las herramientas virtuales permite desarrollar diferentes actividades ya sea de profundización e incluso de nivelación, en donde los estudiantes pueden auto regular su trabajo, utilizando las diversas herramientas antes mencionadas, en donde los estudiantes encuentran todo tipo de información permitiendo también el trabajo interdisciplinar, lo cual es facilitado por la versatilidad de la información y porque en las actividades de la vida cotidiana el conocimiento no se encuentra fragmentado en ares de conocimiento, sino que hace una interacción entre ellas.
En conclusión El uso de herramientas virtuales de aprendizaje en la educación abre una gran puerta para transformar los procesos de enseñanza aprendizaje, pero el impacto que estos tengan en los niveles de adquisición de los conocimientos por parte de los estudiantes depende de la manera como los docentes hagan uso de ellas, no se deben utilizar para continuar haciendo lo mismo, simplemente haciendo una transmisión del conocimiento, se deben generar estrategias que permitan a los estudiantes tomar un papel más activo en su autoformación, generando en ellos autonomía, responsabilidad, fortaleciendo sus habilidades de análisis, jerarquización y clasificación de la información, de tal manera que el proceso educativo no se limite exclusivamente al aula de clase, sino que permita a los estudiantes ser gestores en su autoformación.
Bibliografía
Bruner, J. (1997). Cultura, mente y educación. La educación, puerta de la cultura, 19-62. Sánchez-Cortés, R. S., Manso, A. G., Allende, J. S., Díaz, P. M., & Peinado, A. R. (2005). B-Learning y Teoría del Aprendizaje Constructivista en las Disciplinas Informáticas: Un esquema de ejemplo a aplicar. Recent Research Developments in Learning Technologies, 1-6. Requena, S. R. H. (2008). El modelo constructivista con las nuevas tecnologías, aplicado en el proceso de aprendizaje. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento, RUSC, 5(2), 6. FERNÁNDEZ, Beatriz; SUÁREZ, Leticia y ALVÁREZ, Emilio (2006). “El camino hacia el Espacio Europeo de Educación Superior: deficiencias metodológicas y propuestas de mejora desde la perspectiva del alumno.” Aula Abierta. Nº 88, págs. 85‐105