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Fundación universitaria Autónoma de Colombia

Medios para la WEB

Carlos Andrés Cabrera Alba

TIC en la formación académica

Para nadie es secreto que las Tecnologías de la información y la Comunicación (TIC) se han convertido en un elemento crucial en cualquier sistema educativo. En un ensayo de esta envergadura sería muy difícil apoyar el trabajo en recursos ajenos a los tecnológicos. Con respecto a las ventajas que ofrecen las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), Castells, (2001) anota: “Las TIC otorgan múltiples oportunidades y beneficios; por ejemplo favorecen las relaciones sociales, el aprendizaje cooperativo, desarrollo de nuevas habilidades, nuevas formas de construcción del conocimiento, y el fortalecimiento de las capacidades de creatividad, comunicación y razonamiento”. El propósito de citar inicialmente a este autor no es otro que el de presentar de manera muy amplia la intención de una de las dimensiones del presente, que principalmente busca establecer los beneficios y la necesidad del manejo de las TIC entre los adolescentes, es claro que, enmarcados en la sociedad del conocimiento y la información, y siendo ellos el eje central de los procesos informativos, los jóvenes del mundo de hoy son los principales interesados en descubrir las infinitas posibilidades que el campo de la tecnología abre para ellos, ya que estas les permiten un ágil y fácil acceso a todo tipo de información buena y a veces no tanto, de suerte que pueden convertirse en agentes de grandes avances en las ciencias y las artes. Es aquí cuando surge uno de los principales interrogantes de este escrito: ¿son y han sido las TIC a lo largo de su desarrollo, una herramienta efectiva en la construcción del conocimiento y de estrategias de aprendizaje en los adolescentes del mundo actual? Teniendo en cuenta que son ellos, los adolescentes, quienes a través de difusas redes de comunicación manejan el mundo virtual enmarcado en una cultura llamada “cultura digital”, en donde la comunicación lineal del pasado evoluciona para convertirse en una posibilidad infinita de recibir, reproducir y retransmitir la información… Tapscott (1997:51) conceptualizó la cultura de la interacción refiriéndose a «la nueva cultura». En el sentido más amplio la define como: “Los patrones socialmente transmitidos compartidos de comportamiento y formas sociales (…), ya que tienen sus raíces en la experiencia de ser joven y (…) en el hecho de formar parte de la generación más numerosa que ha existido (…)”. En un mundo víctima de la globalización en el cual el principal objetivo de la publicidad son precisamente los jóvenes que indirectamente, a través de sus padres, se constituyen en los principales consumidores de ese amplio mercado de posibilidades representado principalmente en teléfonos móviles y computadores. En una sociedad de consumo en donde las familias en la búsqueda de mejores oportunidades y beneficios académicos de sus hijos adquieren estas tecnologías para luego afirmar con desencanto que es la Internet quien hace las tareas o que su hija nunca se despega de su teléfono celular… Al respecto Adès y Lejoyeux (2003: 95) señalan a las TIC como una nueva adicción y advierten sobre el uso de Internet: “No se ha visto jamás que un progreso tecnológico produzca tan de prisa una patología. A juzgar por el volumen de las publicaciones médicas que se le consagran, la adicción a Internet es un asunto serio y, para algunos, temible”. Es urgente entonces ahondar en el tema a través de una propuesta que permita reconocer la magnitud del efecto social que las TIC están generando en los adolescentes, sus alcances y limitaciones, la posibilidad de reorientar, de ser necesario, los procesos a fin de convertirlos en herramientas que generen beneficios en el campo del conocimiento y del acceso a la información, algunos autores, Gil (2003) entre otros, han clasificado por ejemplo a las TIC en tres niveles diferentes como usos esenciales en la adolescencia: 1- lúdico y de ocio, 2-comunicación e información y 3- educativo. En este estudio además se muestra cómo el nivel de resultados varía de acuerdo a aspectos tales como: el grado de implicación de la familia, la frecuencia de la participación familiar, en los deberes escolares de los adolescentes, el grado de uso de las TIC por parte de padres y madres y el valor que otorgan padres y madres al uso de ordenadores e Internet, como acto de aprendizaje escolar. Según los resultados de esta investigación, los jóvenes manifiestan que las TIC influyen positivamente en su vida escolar si se utilizan para buscar información. También se observa que una atención excesiva al teléfono móvil, provoca dispersión y falta de concentración a la hora de estudiar. En los estudios vinculados a la adolescencia no se refleja que Internet sea el causante de fracaso escolar, señalan que las bajas calificaciones no tienen nada que ver con el uso de Internet o del teléfono móvil, pero reconocen que es un factor que podría llegar a influir. Es preciso entonces, diseñar planes de mejoramiento en el ámbito escolar que permitan optimizar el uso de estas tecnologías e implementarlo al conocimiento integrado de las diversas disciplinas, así como propiciar la cualificación docente en el campo de las tecnologías, de suerte que se pueda ir si no un paso adelante, si por lo menos al lado de los procesos y manejos que los estudiantes dan a estas valiosas herramientas, solamente en esa medida es posible empezar a generar mejores resultados en este aspecto que aún está en su primera fase si se tiene como referencia a los países desarrollados.

La globalización, y en especial, la expansión mundial de las TIC han influido en la modificación de la vida de los países y la experiencia de las personas, incluyendo por supuesto el sistema educativo. Es por esta razón que se encuentran estudios encaminados a mejorar el aprendizaje de ciencias mediante el uso de TIC. En uno de estos estudios realizado en cuatro escuelas de la ciudad de Temuco en Chile, se encontró que las TIC mejoran la motivación de los estudiantes, las relaciones interpersonales al interior del salón de clases, permiten una mayor profundización de los contenidos en menor tiempo y generan alta disposición a trabajar con las tecnologías por parte de las personas que orientan los cursos. Sin embargo, los resultados más relevantes tienen relación con incrementos en aprendizaje (conceptualización, relación y aplicación). A esto contribuyeron varios factores: tecnología, motivación, estructuración de las clases, capacitación a los profesores, entre otros. Si bien no se conoce la incidencia individual de cada factor, el diseño utilizado permite concluir que las TIC son un factor altamente relevante en estos aspectos. Esta experiencia muestra que con una adecuada estructuración de las clases, una capacitación apropiada a los profesores y el diseño de material didáctico, todo esto apoyado pertinentemente por las TIC, se puede tener efectos significativos sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje entre los que orientan las clases y los estudiantes. Según McFarlane y Sakellariou, (2002) y Murphy (2002), el gran problema de la enseñanza de las ciencias a nivel mundial, es la gran cantidad de profesores que no tienen la formación adecuada. Además esa falta de preparación conlleva a una falta de confianza en su capacidad de enseñar ciencias adecuadamente utilizando las herramientas que hoy nos brinda la tecnología. A nivel mundial se ha reportado una disminución en el interés por las ciencias por parte de los estudiantes, al menos por las ciencias enseñadas en la escuela. En general existe consenso en que las TIC contribuyen a la enseñanza de las ciencias al menos apresurando y aumentado la capacidad de trabajo de los educandos y que ellos puedan delegar los procesos manuales laboriosos y tener más tiempo para pensar, discutir e interpretar, teniendo acceso a fenómenos que serían muy difíciles o imposibles de observar de otra forma en el ámbito escolar, relacionando así la ciencia que se enseña en la escuela con la ciencia contemporánea, ayudando a la exploración y la experimentación, proporcionando retroalimentación visual inmediata, enfocando la atención de los estudiantes en aspectos poco obvios, resaltando así conceptos abstractos, propiciando el aprendizaje autónomo y colaborativo y aumentando la motivación y el compromiso de los estudiantes. Por supuesto que para que dichas contribuciones se den en la práctica, el uso de la tecnología tiene que ir de la mano con otros actores del sistema educativo, en especial del profesor de la asignatura. Para Osborne (2002) y MacFarlane (2002) el profesor debe crear las condiciones adecuadas para el aprendizaje con TIC, seleccionando y evaluando las tecnologías apropiadas y diseñando, estructurando y organizando un conjunto de actividades de aprendizaje. Osborne y Hennessy manifiestan que para que el uso de las TIC sea efectivo el profesor debe asegurarse de que sea pertinente y le de valor agregado a la actividad de aprendizaje, también debe estructurar las actividades pero ofreciendo al estudiante cierto grado de responsabilidad, opciones o variantes y oportunidades para una participación activa y a su vez, orientar a los estudiantes a pensar en los conceptos y relaciones que hay detrás de lo observado, creando espacios para la discusión, el análisis, la reflexión y la proposición. Hay consenso general en torno a la trascendencia que tiene el área de ciencias en la educación básica y media, la actividad científica es una de las principales líneas de investigación del mundo contemporáneo y la educación debe responder de la mejor forma posible a esta realidad. La cuestión es, cómo mejorar la educación de todos los estudiantes en ciencias para que, por una parte, puedan comprender el mundo tecnológico en el que viven y participar activamente en él, y por la otra, ofrezcan herramientas fundamentales para quienes vean en las disciplinas que las ciencias abarca, una opción profesional. Un número importante de académicos e investigadores en todo el mundo se ocupan actualmente de determinar con claridad cuáles son las mejores prácticas en la enseñanza de las ciencias. Las siguientes son algunas de las recomendaciones que han formulado: Los estudiantes necesitan oportunidades para explorar el significado que tiene en sus vidas; su estudio debe incluir el hacer, preguntando y descubriendo y no limitándose simplemente a cubrir un material de estudio; el aprendizaje mediante la indagación científica implica desarrollar habilidades de investigación como averiguación, observación, organización de datos, explicación, reflexión y acción; desarrollar lo anterior de manera significativa ayuda a desarrollar en los estudiantes: el pensamiento crítico; la habilidad para resolver problemas, actitudes que promueven la curiosidad y el sano escepticismo y la apertura para modificar las propias explicaciones a la luz de nueva evidencia; la enseñanza de conceptos fundamentales que han tenido gran influencia en el conocimiento y que la seguirán teniendo durante muchas décadas más, ayuda a que los estudiantes se enfoquen en lo que verdaderamente es importante; los estudiantes deben explorar unos pocos temas fundamentales en profundidad, en lugar de hacerlo en muchos temas superficialmente; los estudiantes necesitan discutir temas que se refieran a la aplicación de las ciencias y la tecnología; una buena enseñanza de esta área del conocimiento implica desarrollar en los estudiantes habilidades para trabajar en grupo (colaborativa y cooperativamente); por otra parte, se debe aprovechar los avances en TIC para facilitar y acelerar la recopilación y el análisis de datos (en muchos casos las TIC permiten realizar nuevos tipos de análisis antes imposibles de efectuar). Tal vez, la tendencia más fuerte y que está evolucionando más rápidamente consiste en que los estudiantes trabajen en el aula de una manera similar a como lo hacen los científicos: haciendo ciencia y favoreciendo las actividades de indagación. En el aula de clase donde las ciencias se aprenden a través de la interacción con el medio, se ofrecen oportunidades para que los estudiantes planteen hipótesis y traten de explicarlas; reúnan, clasifiquen y cataloguen; observen, tomen nota y hagan bosquejos entrevisten, voten y encuesten; usen diferentes tipos de instrumentos; midan, cuenten, grafiquen y calculen; exploren propiedades. Por ejemplo, en el proyecto 2061, adelantado por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), en el que participaron gran número de científicos y de entidades dedicadas a la ciencia, se concibe la educación científica como la unión de la ciencia, las matemáticas y la tecnología (elementos fundamentales del quehacer científico). Este proyecto formuló el conjunto de recomendaciones más ambicioso que se haya realizado sobre lo que debe ser el aprendizaje de la Ciencia. En Colombia ya se ven algunas iniciativas que favorecen el espíritu científico en la enseñanza de las Ciencias. Este es el caso de “Pequeños Científicos”, proyecto de origen franco-americano que busca renovar la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias experimentales en la escuela primaria a través de observación, experimentación, manipulación, confrontación y discusión de ideas. El programa Ondas de Colciencias promueve la realización de proyectos de investigación sugeridos y desarrollados por estudiantes y sus maestros cuyo objetivo es estimular el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología en la educación básica y media a través del apoyo a investigaciones infantiles y juveniles. Se pueden encontrar en Internet miles de recursos para enriquecer las clases y demás actividades de aprendizaje: simulaciones, software, “webquests”, proyectos de clase, museos de ciencias, zoológicos y parques naturales, entre otros. La Internet también contribuye al desarrollo profesional mediante cursos en línea; foros y listas de discusión para intercambiar opiniones y experiencias con maestros de todo el mundo; artículos y trabajos académicos de autoridades en el área; suscripciones a boletines y revistas electrónicas, etc. Las visitas virtuales a Museos de Ciencias permiten a los estudiantes explorar e interactuar con fenómenos en las diferentes exhibiciones que ofrecen, favoreciendo el espíritu investigativo. Las exhibiciones virtuales son abiertas, flexibles y concebidas por equipos de pedagogos y científicos. Internet posibilita además la creación de ambientes colaborativos y cooperativos en el ámbito local, nacional o internacional, en los cuáles docentes y estudiantes pueden compartir proyectos, hallazgos y opiniones sobre un tema en particular. Otra aplicación consiste en diseñar y construir robots para promover en los estudiantes el desarrollo del “razonamiento mecánico” (ciencia aplicada) y de la “inteligencia lógica-matemática”, inteligencia que tienen los científicos. Se corresponde con el modo de pensamiento del hemisferio lógico y con lo que nuestra cultura ha considerado siempre como la única inteligencia. En el trabajo con Robots, ellos deben tomar decisiones sobre tipos de ruedas, poleas, piñones; aplicar conceptos de fuerza, rozamiento, relación, estabilidad, resistencia y funcionalidad y programarlos para que realicen acciones específicas. Los modelos de eventos cotidianos se pueden utilizar para ayudar a los estudiantes a entender las ciencias, al realizarlos en el computador, tienen la ventaja de que se pueden hacer pruebas antes de llevarlas a cabo en la realidad. Otra de sus ventajas es que permiten, por una parte, apreciar y analizar eventos en clase cuya ocurrencia en el mundo real puede tomar desde días hasta meses, y por la otra, hacer experimentos o pruebas que involucren elementos que son peligrosos de manipular físicamente. Las simulaciones son muy utilizadas para integrar las TIC en el currículo, especialmente en ciencias exactas como Matemáticas, Física, Química informática y tecnología. Estas proveen representaciones interactivas de la realidad que permiten descubrir mediante la manipulación cómo funciona un fenómeno, qué lo afecta y cómo este influye en otros fenómenos y los cambios entre sus variables. El software de visualización cumple un papel muy importante en el aprendizaje de la química ya que permite a los estudiantes examinar interactivamente y en tres dimensiones las moléculas de un compuesto. Las herramientas tecnológicas agrupadas en las anteriores categorías, ofrecen la oportunidad de crear, en ciencias, ambientes de aprendizaje enriquecidos para que, por una parte, los estudiantes adquieran y desarrollen gusto, y por la otra, facilitar que los maestros atiendan en el mayor grado posible las recomendaciones de expertos sobre las mejores prácticas de lo que debe ser la enseñanza contemporánea de esta disciplina del conocimiento, esto es, el nuevo Alfabetismo Científico.

Referencias:

Adès, J. y Lejoyeux, M. (2003): Las nuevas adicciones Internet, sexo, juego, deporte, compras, trabajo, dinero, Barcelona, Kairós.

Alonso, C., Roig, R. y otros (2007). Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Educación. España, Mc Graw Hill.

Beaty, K. (2003). The emergence of CALL. Teaching and Researching: Computer-assisted Language Learning. UK: Pearson, p- 7 - 15.

Bonk, C. & Graham, C. (2006). Blended Learning Systems. The Handbook of Blended Learning. San Francisco: Pfeiffer, 3 - 13.

Diaz-Barriga, F. & Hernandez, G. (2007). El aprendizaje cooperativo y procesos de enseñanza. Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Mexico: McGraw Hill, p. 102 – 103.

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