Ejercicio colaborativo realizado por el grupo de convergencia III 2-2013, analizando la posmodernidad con base al texto de Gianni Vattimo:Posmodernidad: ¿Una sociedad transparente?
Sitio de construcción del texto:
La posmodernidad es una época que refleja la multiplicidad de visiones sobre el mundo, es un término de controversia pues mientras unos aseguran que realmente estamos en esta etapa, otros lo refutan. El término se entiende como la evolución de la modernidad y la transformación de las esferas artísticas, culturales, filosóficas y literarias, influyendo también en las formas de pensamiento e interacción de los individuos. Este paso de la modernidad al mundo de lo posmoderno implica que se abran las puertas a la multiplicidad de pensamientos y significaciones y que se transformen las estructuras comunicativas. En este punto ya no es una clase dominante la que enmarca y define la historia, sino que las micro-sociedades se integran para hacer parte de esta construcción. A raíz de esto, se da una mutación en la formas de pensamiento y se adoptan diversos significados del mundo. Es la transformación de la visión global de la historia de la humanidad. En la modernidad estaban definidos los conceptos, en la posmodernidad hay una re-significación de dichos conceptos generando procesos de comunicación más complejos. La tecnología se convierte en la puerta a la transformación abriendo la posibilidad a procesos de inculturación.
La tecnología y con ello los medios masivos de comunicación han gestado nuevas dinámicas comunicativas que facilitan los procesos de intercambio de significados, sin embargo, estos nuevos modelos de comunicación presentan contradicciones, pues aun facilitando la interacción puede la máquina convertirse también en un ruido que interfiera en estas interacciones y así, en lugar de mediar la comunicación, termine por romperla.
A través del tiempo, por naturaleza el hombre ha sido un ser insatisfecho que ha transformado su entorno para beneficio personal, como parte de los diferentes procesos históricos; pero si bien, dichos cambios han modificado las formas de consumo del mismo. Actualmente los medios de comunicación de masas, tales como el correo electrónico, Youtube, Twitter y Facebook, se han convertido en las nuevas plataformas comunicativas que han transformado al mercado global. Todos ellos adaptados por medio de la interfaz
La posmodernidad, la hiper-textualidad, el lenguaje y los modos de producción aparecen dando cuenta de otras posibilidades de lectura, textualidad, gestualidad, representación y aprendizaje que incluyen y revocan aquellos configurados en el ámbito cultural. ”A nivel general, puede decirse que lo posmoderno se asocia a la ausencia de interés por el bienestar común, el culto de la individualidad y el rechazo del racionalismo, aunque la idea tiene muchas aristas“.
La posmodernidad no emerge del vacío histórico ni por generación espontánea, sino como consecuencia lógica de unos determinados condicionantes socio-políticos y de avances tecnológicos que han supuesto en el pensamiento una nueva comprensión del entorno y a identidad. Frente a la saturación, lo esencial se diluye.
Los medios son el vehículo a las ideas de los posmoderno pues a partir de la convergencia de las múltiples racionalidades, desdibujan los horizontes cognitivos que las instituciones hasta la modernidad habían implantado.
La historia se transforma y empieza a ser cuestionada por nuevos sujetos activos que la reestructuran a partir de los relatos que se pluralizan con los nuevos medios. Esta transformación se da, cuando entra en crisis el concepto de historia y por consiguiente la idea de progreso. El progreso indica la consecutividad de unos acontecimientos lineales que constituyen la historia en su sentido unitario. El fin de este concepto se fragmenta cuando pasa de tener una característica totalitaria a ser de carácter ecléctico, donde ya no es sólo una parte de la sociedad la que crea la historia, sino que son varias sociedades las que la crean partiendo de su condición cultural y geográfica. Esta versión ecléctica de la historia es posible por las nuevas formas de comunicación que se ven influenciadas por la tecnología y las posibilidades de los nuevos medios para que los sujetos construyan ideas, las expresen y transformen realidades. En términos de lo que el nuevo mundo implica para los individuos pueda hablarse de una transformación en la posición de quien emite y quien recibe el mensaje, pues se reemplaza el concepto de consumidores y productores por el de prosumidores.
Los medios de comunicación son responsables del fin de la modernidad porque son estos los que permiten que los seres humanos ya no se centren en la visión de una sola clase dominante dictando un discurso hegemónico, sino que “aparentemente” se están dictando muchos discursos por medio de seres humanos que tienen consigo una trascendencia sociocultural pertinente para estas visiones puestas en el medio. Ya no sucede una concentración de la información a partir de una institución, sino que los medios entran a la posmodernidad con la condición de gestores de diversas realidades que posibilitan a la sociedad, conocer la multiplicidad de acontecimientos que giran en torno a un sólo aspecto de la historia. Contribuyen al fin de la modernidad, pues se hace una construcción de la realidad basada en la multiplicidad de significados.
Lyotard define la caída de los grandes relatos como un proceso en el que el paso de la modernidad a la posmodernidad implica una renuncia a la legitimación de los relatos unificadores. Estos, generalmente de carácter ideológico, pierden vigencia dentro de las nuevas estructuras de comunicación. Esos relatos pierden su carácter homogéneo y se gestan nuevos relatos que dan paso a la heterogeneidad, característica de la posmodernidad.
En el modelo de emancipación dentro de la sociedad de los medios de comunicación propuesta por Vattimo se plantea una liberación a modo de lucha por parte de las diferencias. Se deja a un lado esa visión unificada, totalitarista y tradicional, y se pasa a una visión propiamente “posmoderna” en la que hay un caos, por el reconocimiento de las diferencias y la re afirmación de la identidad de las mismas. Se genera cuando los seres que proclaman la diversidad de posturas frente a la realidad, se revelan frente a ese discurso hegemónico de la clase dominante y reclaman su papel dentro de la sociedad, como seres que hacen parte de la construcción social “real”. El efecto emancipatorio implicaría el desarraigo, es decir, la liberación de las diferencias, con esto las minorías integrarían el proceso comunicativo, desligándonos de la idea de una forma de humanidad y entendiendo la multiculturalidad. Los seres humanos por nuestra condición socio-cultural tejemos todo un mundo de subjetividades restringidas y cerradas que determinan nuestros pensamientos y acciones; la emancipación implicaría el conocimiento de otros mundos posibles que se gestan alrededor de la esfera que nos concentra.
Pensando los conceptos posmodernidad y relatividad puede decirse que no existe una diferencia marcada entre ambos, ya que dentro de la posmodernidad cabe la validez de cualquier postura puesto que se justifica a partir de su contexto sociocultural, por lo que la verosimilitud de una posición es relativa y deriva de las condiciones que tenga el sujeto. En otras palabras, la posmodernidad al igual que el relativismo no se casa con un solo punto de vista o una realidad absoluta.
Dentro del concepto “desarraigo”, entra en juego la expresión “emancipación de las diferencias” como esquema que suplanta la visión unificada de lo se entendía como historia única y real. En este desarraigo, quedan atrás esos patrones tradicionales que parecían “inquebrantables” y ahora esa historia y ese mundo se construyen a partir de las diferentes visiones que tienen las personas sobre lo que es la realidad, teniendo en cuenta una serie de aspectos que influyen en esa visión del cosmos.
El desarraigo comprende la fragmentación de la visión de una realidad tradicional y conservadora, generando nuevos discursos que contienen diversas posturas, gracias a los nuevos medios como herramienta principal para que se den estos procesos. Consiste en dejar a un lado esa idea de unidad correspondiente a la historia y así mismo a la manera de comportarnos y de comunicarnos, para aceptar las diferencias. Esto trae consigo la contemplación de todas las posibilidades y dando lugar a nuevas dinámicas comunicativas. Es la abolición de esquemas para dar cabida a nuevas construcciones y ampliar significados.
Como individuos nos encontramos en otros mundos a través del consumo de los medios como puente a nuevos conocimientos. Al interactuar con los medios, especialmente con La internet, pienso que se está haciendo un traspaso o una retroalimentación de conocimiento en donde, yo entro a conocer ciertos espacios que me está brindando otro sujeto desde cualquier lugar, y así mismo yo proporciono información que desde mi espacio será diferente y quizá nuevo para el otro que me encuentre. Tenemos la posibilidad de interrelacionarnos con otros mundos a partir de los medios de comunicación, son estos los que permiten que no debamos desplazarnos hasta otros lugares para conocerlos. No hace falta que vayamos a la india para conocer el hinduismo, basta con teclear unas cuantas letras en la plataforma de videos YouTube para que nos enteremos de qué es lo que sucede en esta religión. Así mismo como comunicadores, somos los que ayudamos constantemente al otro a que se entere, somos un puente para esos “nuevos mundos”. Las nuevas plataformas nos están permitiendo de algún modo entrar a formar parte de nuevos significados. Es importante enfocar la utilidad de los medios a esta experiencia de conocer otras culturas, pues hacemos parte de dinámicas que a causa de la inmediatez informativa se ha perdido profundidad y veracidad en el conocimiento de otros mundos y el periodista se aleja cada vez más de la realidad.
Desde Vattimo, el ser humano se concibe como un individuo que cree estar más consciente sobre lo que pasa a su alrededor y cree tener una visión más global y objetiva del mundo, pero realmente no es así. Aunque el auge de los medios haga creer que se tiene mayor acceso a la información, es una información contaminada todavía por los intereses del poder. Permeada por la competencia y la falta de ética y profesionalismo, creando una visión errada o diferente de lo que realmente está pasando. Es una persona que tiene la posibilidad de acercarse a nuevos mundos, de generar y consumir ideas que quizá no están bien planteadas o definidas, de conocer, enseñar nuevos mundos y ser un puente comunicador. El ser posmoderno surca las posiciones que se debaten, asume una posición pero siempre tiene en cuenta que es respetable la otra. Es importante tener en cuenta que todos estos procesos se dan a partir del auge de los nuevos medios.
Este individuo es un mediador entre el conocimiento adquirido y la divulgación del mismo a los demás sujetos. Aquí no funciona la esfera dominante que tiene el poder del “conocimiento” y la “información” sino que por el contrario, la realidad se manifiesta desde distinta vertientes que son expuestas por los sujetos que la están viviendo.
Capaz de interactuar, con libertad de explorar nuevos mundos y sin necesidad de pertenecer a ninguno de ellos; puede conocerlos y estudiarlos. El humano posmoderno es un productor constante de información, con vacíos y contradicciones; un hombre complejo que lucha entre sus ideales y los implantados por el poder; insatisfecho, que busca encajar dentro de un mundo colectivo y por último termina divagando dentro de su mundo personal; un hombre capaz de construir y destruir a otros y/o a sí mismo. Un hombre que esta permeado por nueva dinámicas e intenta adaptarse a ellas, sometido a los perjuicios que estos cambios traen consigo pero aprovechando también sus ventajas.