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Fabio López Hernández

Bogotano Embajador

Ensayo

Los medios en la intersubjetividad

Para hablar de la intersubjetividad debemos saber lo que significa, y es que la intersubjetividad la RAE la define como: “Lo que sucede en la comunicación intelectual o afectiva entre dos o más sujetos.” Esto nos hace pensar o más bien cuestionar qué pasa con esa comunicación afectiva o emocional cuando estamos mediados por la tecnología y específicamente por ese auge de los nuevos medios. Por una parte, debemos entender que en este siglo, el ser “multimedial” es el ser “contemporáneo”. Pienso que no debemos permitirnos ser retrógrados y antiguos en una sociedad hipermoderna que surca entre los medios tecnológicos y toda la era de la comunicación. Cuando entablamos cierto tipo de relación con un sujeto, estamos esperando que haya un vínculo en la comunicación que trascienda el aspecto racional y también se convierta en una conexión emocional que conlleva a la comprensión del intercambio de información y sentido que hay en esta comunicación. El problema se genera cuando existe un tercero llamado “Smartphone” puesto que no se está teniendo una comunicación empática entre dos, sino que existen tres, cuatro o cinco personas más que irrumpen en la relación y por ende provocan un aislamiento de ideas o respuesta monosilábicas en el sujeto que posee el Smartphone, convirtiéndolo en un sujeto pasivo, poco emotivo y hasta poco racional. Por otra parte, tomando como referencia el medio en el que me voy a especializar, es necesario estar al tanto de todo lo que sucede en nuestra sociedad y además, hacerlo a través de todos los medios que se nos presentan. Pero, ¿qué tan nociva puede ser esta “sobrepoblación” de medios? Quizá la comunicación o más bien información en algunos medios, ahora tiene como fundamento su coherencia y velocidad, más que la misma comprensión y aprehensión de la misma. Si se toma por ese lado, se podría decir que la intersubjetividad se ve corrompida puesto que se pierde el acto emocional y se pasa a sólo un plano racional entre la relación del aparato tecnológico y la persona. Finalmente, no podemos tomar una respuesta radical ante la condición perjudicial o benéfica que tienen los medios y específicamente los nuevos medios en nuestro diario vivir. Lo que si podemos asegurar, es que estas relaciones intersubjetivas si tienen cierta incidencia, transformación o total cambio ante la presencia de estos “terceros”.